- 8 y 9 de marzo: El poder emancipador de la liberación de las mujeres
Muchas se están preguntando: ¿Cómo pueden este 8 y 9 de marzo cambiar nuestras vidas como mujeres en México? ¿Cómo podemos ser verdaderamente libres; sí, caminar en las calles, pero más: determinar libremente nuestras vidas en cada aspecto, nuestros cuerpos y nuestras mentes, nuestro trabajo y nuestro descanso, nuestras vidas como seres humanos plenos, libres?
- Crónicas de dos asistentes al Segundo Encuentro de Mujeres que Luchan
El mensaje de clausura nos invita a seguir pensando en propuestas “para parar este grave problema”; a la autodefensa y el apoyo y protección entre mujeres, a la organización colectiva y coordinación para acciones conjuntas. Pero ¿cómo vamos construyendo esto que se vuelve primordial, dado lo peligroso que es ser mujer en nuestros tiempos? ¿Con qué obstáculos nos enfrentamos para lograrlo? ¿Basta con la denuncia y mesas de diálogo para lograr este cambio que es un reto de toda la humanidad?
- Liberación de las mujeres y humanismo de Marx: ¿un reencuentro necesario?
¿Es la unidad una simple suma de elementos particulares, o hay más bien un concepto más profundo de “unidad”, una que, al tiempo que es general, puede ser recreada también de forma particular por cada una de las luchas: unidad que se autodetermina, que está en automovimiento permanente?
- Mujeres contra el machismo en la UNAM: “Estaremos en paro hasta que la dignidad se haga costumbre”
Las jóvenas en paro en la FFyL crean un espacio libre de machismo, donde construyen y proyectan nuevas formas de relación humana. De ser mujeres desposeídas de espacio y discurso propio devinieron en artífices de su espacio, su discurso y de un nuevo sentido de vida. Ellas, al dignificar su condición de género, están luchando por la dignificación humana.
- La doble jornada de las mujeres de San Quintín
La doble jornada de las jornaleras: una en el campo y otra en el hogar, produce mucho estrés, cansancio y una fuerte sensación de que el tiempo no alcanza, es decir, pobreza de tiempo. Y si éste no alcanza, se sacrifica el descanso y la recreación, la convivencia, las relaciones amistosas y amorosas; se prioriza el trabajar y… seguir trabajando, no hay posibilidad de florecer y realizarse como seres humanos.
- La vida de una trabajadora: Comales y tlacoyos
Trabajar en el área de tortillería, específicamente en el comal haciendo tlacoyos, no me parecía tan mal. Estaba aprendiendo a hacerlos, era algo que siempre se me hizo difícil de hacer para el consumo de mi familia y ahora los estaba haciendo y al mismo tiempo practicando para el consumo del público.
- ENSAYO: Socialismo y liberación de las mujeres
La mayoría de las teóricas feministas leen a Karl Marx no para descubrir lo que él desarrolló, sino para ver lo que dejó fuera. Marx es atacado por no ser feminista, por estar sólo interesado en los trabajadores —como si las mujeres no hubieran sido siempre trabajadores—, o bien insisten en que sólo se ocupó del capitalismo y no del patriarcado, por lo que debe ser complementado. A menudo, esa complementación tuerce o malinterpreta las categorías de Marx.
- De los escritos de Raya Dunayevskaya: Liberación de las mujeres y dialéctica de la revolución
No son sólo las mujeres liberacionistas o la izquierda de hoy los que no ven una conexión entre la filosofía de la revolución de Marx y su visión de la organización. La pregunta “¿Puede haber una respuesta organizativa?” no puede ser respondida sin lidiar con toda la cuestión de la filosofía.
Muchas se están preguntando: ¿Cómo pueden este 8 y 9 de marzo cambiar nuestras vidas como mujeres en México? ¿Cómo podemos ser verdaderamente libres; sí, caminar en las calles, pero más: determinar libremente nuestras vidas en cada aspecto, nuestros cuerpos y nuestras mentes, nuestro trabajo y nuestro descanso, nuestras vidas como seres humanos plenos, libres?
El mensaje de clausura nos invita a seguir pensando en propuestas “para parar este grave problema”; a la autodefensa y el apoyo y protección entre mujeres, a la organización colectiva y coordinación para acciones conjuntas. Pero ¿cómo vamos construyendo esto que se vuelve primordial, dado lo peligroso que es ser mujer en nuestros tiempos? ¿Con qué obstáculos nos enfrentamos para lograrlo? ¿Basta con la denuncia y mesas de diálogo para lograr este cambio que es un reto de toda la humanidad?
¿Es la unidad una simple suma de elementos particulares, o hay más bien un concepto más profundo de “unidad”, una que, al tiempo que es general, puede ser recreada también de forma particular por cada una de las luchas: unidad que se autodetermina, que está en automovimiento permanente?
Las jóvenas en paro en la FFyL crean un espacio libre de machismo, donde construyen y proyectan nuevas formas de relación humana. De ser mujeres desposeídas de espacio y discurso propio devinieron en artífices de su espacio, su discurso y de un nuevo sentido de vida. Ellas, al dignificar su condición de género, están luchando por la dignificación humana.
La doble jornada de las jornaleras: una en el campo y otra en el hogar, produce mucho estrés, cansancio y una fuerte sensación de que el tiempo no alcanza, es decir, pobreza de tiempo. Y si éste no alcanza, se sacrifica el descanso y la recreación, la convivencia, las relaciones amistosas y amorosas; se prioriza el trabajar y… seguir trabajando, no hay posibilidad de florecer y realizarse como seres humanos.
Trabajar en el área de tortillería, específicamente en el comal haciendo tlacoyos, no me parecía tan mal. Estaba aprendiendo a hacerlos, era algo que siempre se me hizo difícil de hacer para el consumo de mi familia y ahora los estaba haciendo y al mismo tiempo practicando para el consumo del público.
La mayoría de las teóricas feministas leen a Karl Marx no para descubrir lo que él desarrolló, sino para ver lo que dejó fuera. Marx es atacado por no ser feminista, por estar sólo interesado en los trabajadores —como si las mujeres no hubieran sido siempre trabajadores—, o bien insisten en que sólo se ocupó del capitalismo y no del patriarcado, por lo que debe ser complementado. A menudo, esa complementación tuerce o malinterpreta las categorías de Marx.
No son sólo las mujeres liberacionistas o la izquierda de hoy los que no ven una conexión entre la filosofía de la revolución de Marx y su visión de la organización. La pregunta “¿Puede haber una respuesta organizativa?” no puede ser respondida sin lidiar con toda la cuestión de la filosofía.