Praxis en América Latina

Somos una organización humanista marxista conformada por un grupo de activistas-pensador@s que viven principalmente en México, pero que están abiert@s a la colaboración con compañer@s de toda América Latina

Crónicas de dos asistentes al Segundo Encuentro de Mujeres que Luchan

Foto de Ángeles para Praxis en América Latina

De Praxis en América Latina, febrero-marzo 2020

¿Cómo acabamos con la violencia de género?

Ángeles

En el semillero “Huellas del caminar de la Comandanta Ramona”, Altamirano, Chiapas, del 27 al 29 de diciembre de 2019, se realizó el Segundo Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan, donde mujeres de 49 distintos países fueron recibidas por las zapatistas. “Nos siguen asesinando y todavía nos piden, nos exigen, nos ordenan que estemos bien portadas”, dijo la Comandanta Amada del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) durante la inauguración del encuentro.

Las zapatistas denunciaron que, aunque se habla de muchos avances en los derechos y espacios para las mujeres, aún falta el más elemental de todos, el derecho a la vida, así que sigue siendo prioridad defenderlo y empezar ya; resaltaron que “por el derecho a la vida no basta con luchar contra el machismo, tenemos que luchar contra el sistema capitalista, va junto con pegado”. También enviaron palabras de aliento a las familias de mujeres asesinadas “porque para eso nos reunimos, hermana y compañera […] para buscar caminos de apoyo y ayuda[1]”.

Un abrazo de apoyo y consuelo

Como el tema principal del encuentro fue la violencia de género, al finalizar la inauguración se le dio voz a cientos de mujeres que esperaban la ocasión de ser escuchadas. La agenda propuesta por las zapatistas estaba prevista para dedicar el primer día a hacer una sola mesa de denuncias; el segundo para compartir ideas, trabajos y experiencias, y el tercero para la cultura y el arte, pero el tiempo no fue suficiente para escuchar a todas las mujeres que se iban sumando a la larga lista para tomar el micrófono. Como bien dicen las zapatistas:

[…] cómo es posible que una mujer con esos dolores, esas penas, esos corajes, esas rabias, tenga que venir hasta estas montañas del sureste mexicano para recibir lo menos que nos debemos entre mujeres, que es un abrazo de apoyo y consuelo […] pero no basta, no es sólo consuelo lo que necesitamos y merecemos. Necesitamos y merecemos verdad y justicia. Necesitamos y merecemos vivir. Necesitamos y merecemos libertad. Y eso tan necesario tal vez podremos conquistarlo si es que nos apoyamos, nos protegemos y nos defendemos[2].

Pero el encuentro no fue limitado a hacer denuncias. De forma espontánea se dio lugar a mesas de diálogo, talleres, conversatorios y presentaciones de proyectos donde las mujeres fueron la voz de las diversas luchas y propuestas desde colectivas en las que actualmente participan. Las temáticas fueron diversas: la lucha por la tierra, contra los megaproyectos genocidas del gobierno, contra las violencias individuales, los asesinatos selectivos, las masacres, la medicina hegemónica, la violencia económica y laboral, la prostitución, la defensa de los derechos de estudiantes y migrantes, entre otras, que aunque son distintas luchas y hay que reconocerlas, todas son al mismo tiempo la lucha contra la opresión en México, Latinoamérica y en todo el mundo:

Nos preguntamos cada día […] qué significa autogobierno y cómo podemos potenciarlo entre nosotras, qué significa dominio y opresión y cómo matarlo dentro y fuera de nosotras. Entonces, la necesidad de matar [a]l macho dominante, la transformación del hombre, son prácticas cotidianas de transformación social, afuera de cada jerarquía […] desde lo comunitario es posible un mundo sin explotación, donde el patriarcado es el primer nivel de derrotar para revolucionarlo todo, no sólo visibilizando nuestra opresión, [sino] sobre todo luchando juntas contra el sistema que la crea. Hemos escuchado desvenar las preguntas desde el último pronunciamiento zapatista en honor del levantamiento del primer género; también, como nuestras hermanas, estamos dispuestas en Rojava a dar la vida contra el sistema patriarcal de guerras, de abusos, de muerte, para la liberación de las mujeres y contra la destrucción de la naturaleza y para la defensa del planeta […]

—Movimiento de mujeres de Kurdistán en América Latina

¿Bastan las denuncias y mesas de diálogo?

Durante el encuentro, también, las mujeres zapatistas compartieron sus experiencias y saberes, tanto en la lucha como en la vida diaria. Se les veía rodeadas de pequeños grupos de mujeres que iban tomando turnos para hacerles preguntas a las que ellas siempre respondían de la mejor forma, invitando al respeto a la diferencia de pensamiento, a la empatía con otras compañeras, a dejar de pelear por entender cuál feminismo o cuál lucha es la mejor, y visualizar que todas las luchas están entrelazadas.

El mensaje de clausura del encuentro nos invita a seguir pensando en propuestas “para parar este grave problema”; a la autodefensa y el apoyo y protección entre mujeres, a la organización colectiva y coordinación para acciones conjuntas. Pero ¿cómo vamos construyendo esto que se vuelve primordial, dado lo peligroso que es ser mujer en nuestros tiempos? ¿Con qué obstáculos nos enfrentamos para lograrlo? ¿Basta con la denuncia y mesas de diálogo para lograr este cambio que es un reto de toda la humanidad?¿Qué iniciativas y acciones concretas pueden erradicar la violencia de género?

En la vida de cada mujer
está la de todas

Haranda Zurco

Foto: Radio Pozol

Es mediodía del 27 de diciembre de 2019. Comandanta Amada sujeta con su rebozo a su hija que duerme, y con su voz da la bienvenida a las mujeres que luchan en el mundo, su esfuerzo para estar presentes, y a las ausentes. Pide respeto a los diferentes pensamientos y modos, pues “no sirve que seamos iguales [en eso]”; invita a que “compartas tu dolor, tu rabia y tu lucha con dignidad”. Señala su idea:

Estamos aquí por la violencia que sufrimos las mujeres por el delito de que somos mujeres [ …] hay muy pocos lugares en el mundo donde podamos estar contentas y seguras […] Dicen que hay mucho más avance en las luchas feministas, pero nos siguen asesinando […] más derechos en la paga para las mujeres, pero nos siguen asesinando […] aunque digan y prediquen [avances] para las mujeres, la verdad es que nunca antes en la historia de la humanidad ha sido tan mortal ser mujer [1].

Anuncia que hay una sola mesa de denuncia y deja el micrófono abierto. Otra voz en el templete pide despejar el centro del caracol; milicianas zapatistas marchan sincronizadas con el choque de sus toletes, rodean la plaza. Música de cumbia rompe el silencio, surgen gritos de sorpresa y emoción, en miles de mujeres surge un entusiasmo. En el centro, la niña Esperanza tiene su luz. Milicianas con arcos y flechas corren a rodearla haciendo un muro humano de círculos concéntricos que la resguarda y protege.                                                                                            

“La sanación de una es la sanación de todas”

Manos decidieron tomar el micrófono y empezaron a decir una y otra historia; otras lo intentan frías, sudorosas: “¡No estás sola!” “¡Todas somos Diana!” “¡Todas somos Norma!” Hechos que no se dicen porque no hay palabras para ser narrados, como tampoco para la violencia contra defensoras de la tierra como Lilia Vázquez, mujer chilena muerta en lucha contra una minera canadiense; ni las 13 puñaladas a otra defensora por actuar en contra de una hidroeléctrica, o de mujeres construyendo paz que consiguen degollamiento por eso; Berta Cáceres, asesinada en 2016 por amar y defender el Río Sagrado de su muerte; Guadalupe Campanur, por evitar que su tierra sea talada y ultrajada; Eli Juárez, boliviana, y Juana Guisper, por luchar por la misma razón. Cynthia Orozco del Movimiento al Socialismo (mas) lee una carta donde llama a la diversidad de luchas a que nos unamos contra la violencia: “SI PARAMOS LAS MUJERES, SE PARA EL MUNDO”.

La violencia en las relaciones entre géneros se abordó en distintos momentos: “Lo personal es político. No es violador ni acosador, pero sí seductor, y no necesitamos tener ningún patroncito”; también, la violencia al interior de los colectivos de mujeres. La cada vez más represiva violencia racial y antimigratoria por parte del Estado de Colombia fue denunciada por una integrante de la organización colombiana Care, quien expresó el comercio de mujeres africanas para la trata: “La emancipación de las mujeres blancas está siendo a costa de las mujeres negras. EL FEMINISMO SERÁ NO RACISTA O NO SERÁ, SERÁ ANTICOLONIALISTA O NO SERÁ”. Mujeres en Arte y Restauración, red de sobrevivientes de violación, sostienen que llorar y sanar son actos políticos: “La sanación de una es la sanación de todas”.

Es 27, noche, y hay más de 90 mujeres en lista para tomar el micrófono. Todo el encuentro será insuficiente para dar voz a todas.

¿Qué realidad estamos creando?

El día 28 empieza la actividad en las mesas. En la de medios libres somos varias decenas y una efervescencia de colaboraciones en la comunicación de información; en la mesa sobre construcción de espacios sin violencia por momentos se llega al centenar, con participaciones y propuestas de trabajo colectivo en temas de salud sexual y reproductiva, justicia autogestiva, etc.; hay  también mesas espontáneas sobre desaparecid@s, defensoras de tierra y territorio, otras capacidades funcionales, maternidad, talleres de defensa personal, entre otras.

En la vida de cada mujer que lucha está una misma y todas. ¿Qué realidad estamos creando? ¿Qué estamos dispuestas a hacer en la lucha por la vida hoy día ante el choque de los opuestos: soportar la violencia que despoja del ser propio y usurpa la certeza de los sentidos, o abrir brecha al mundo humanizado que ya existe y da su paso?

Los acuerdos finales: 1) Todas hacer y conocer propuestas de cómo parar la violencia contra las mujeres; 2) responder al llamado de toda mujer de todo lugar, raza o edad que pida ayuda; 3) que todos los grupos, organizaciones y colectivos de mujeres que luchan que quieran coordinarse colectivamente para acciones conjuntas, intercambiemos formas de comunicación entre nosotras, y 4) que en las acciones conjuntas de mujeres que luchan en todo el mundo, además del color o señal que nos identifique, portemos un moño negro en señal de luto por todas mujeres asesinadas y desaparecidas de todo el mundo.


De Praxis en América Latina núm. 30, febrero-marzo de 2020


[1]. (abre en una nueva pestaña)”>[2] <http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2019/12/31/palabras-de-las-mujeres-zapatistas-en-la-clausura-del-segundo-encuentro-internacional-de-mujeres-que-luchan/>.

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