Praxis en América Latina

Somos una organización humanista marxista conformada por un grupo de activistas-pensador@s que viven principalmente en México, pero que están abiert@s a la colaboración con compañer@s de toda América Latina

Cause-Efecto de la Pandemia por Covid-19

15 agosto, 2020

Médico Santiago

“El periodo comprendido entre 1990 y 2025/2050 será muy probablemente un período de poca paz, poca estabilidad y poca legitimación”

Immanuel Wallerstein 1994.

 

Las guerras y las pandemias no crean nuevas tendencias, sino que profundizan y aceleran las ya existentes. Las tendencias históricas son la crisis del sistema-mundo, la militarización y las múltiples insurgencias de abajo, contra el patriarcado, el colonialismo y el capitalismo. La situación actual afecta a los pueblos/sociedades en movimiento, porque se acelera la crisis civilizatoria, que se superpone a la crisis del sistema-mundo. No estamos ante una crisis más sino ante un comienzo de un “proceso largo” (Wallerstein) de caos sistémico, atravesado por guerras y pandemias, que durarán varias décadas hasta que se estabilice el nuevo orden. Durante este colapso o caos se produce una fuerte competencia entre estados y capitales, un potente conflicto entre clases y pueblos, en medio de una creciente crisis climática y sanitaria. Durante este largo proceso de colapso habrá enorme destrucción material, lamentablemente, de vidas humanas y no humanas, o sea, es un proceso de barbarie.

La pandemia en curso ha puesto en descubierto la gravedad y profundidad de la crisis multidimensional del sistema capitalista, intensificándose exponencialmente la polarización social de la fuerza de trabajo que lo caracterizan. Los estados a su servicio han utilizado la emergencia sanitaria para buscar una salida a esta crisis que garantice la continuidad de la acumulación capitalista. Mientras reconfiguran sus mecanismos de dominación en los ámbitos mundial, regional y nacional. El Covid-19 ha impactado la vida de millones de personas en el mundo, mostrando, aún más que los efectos de esa enfermedad viral en sí, los profundos quebrantos de los servicios de salud pública, privatizados, y desatendidos por los malos gobiernos neoliberales, así como las negligencias y contubernios criminales de esos malos gobiernos, que impiden adoptar políticas de salud responsables y efectivas frente a la pandemia, debido a que no desean afectar los intereses económicos de los grupos dominantes y su propia imagen política.

 La pandemia de Covid-19 nos ha mantenido aislados a millones de habitantes del mundo, ha destruido la economía global y la normalidad social, en sólo unos cuantos meses. Y en estos momentos la humanidad lucha por encontrar la cura contra el virus, que la ha llevado al confinamiento y derrumbe de su economía capitalista. Luego del efecto devastador en la salud de la humanidad, más de l5 millones de contagios en los cinco continentes, el siguiente impacto del Covid-19 se está pulsando y padeciendo en las economías familiares y las condiciones sociales de los sectores más rezagados, los indicadores de la pobreza y la pobreza extrema, especialmente en América Latina el epicentro de la pandemia desde junio, con récord hasta 100 mil casos al día, por la desigualdad, por la violencia y por la presencia de malos gobiernos, erráticos e incapaces. Con una crisis de más de tres décadas y malos gobiernos que no gobiernan, apenas acompañan a los proyectos del capital. Un bicho microscópico que se destruye fácilmente en unos segundos con jabón, nos tiene paralizados a la mayor parte de la humanidad. Esta tragedia inacabable no es producto de una condena de la naturaleza, sino de la estupidez intrínseca de las relaciones capitalistas que rigen la existencia. No, prevención, instrumentos y medicamentos son producidos sí, y sólo sí, permiten a unos pocos individuos acaparar ganancias dinerarias sin solución de continuidad, en este caso,  a costa de la salud de todas y todos, y al precio de la muerte para cientos de miles de seres humanos.

Las relaciones capitalistas y el mercado no pueden resolver esta crisis. Las relaciones capitalistas impotentes frente al virus, empujan al capital financiero internacional a castigar a los gobiernos, arrancando más ganancias a sus recursos limitados. Las relaciones capitalistas hunden lo que sea –la vida misma- para obtener ganancias: la ley de la selva mercantil. La crisis capitalista llamada pandemia resulta de la degradación atroz de la vida de los humanos a partir de la institucionalización de la globalización neoliberal en los años 70’ del pasado siglo. No hay alternativas al capitalismo, al mercado, a la privatización de instituciones públicas, a la desregulación de las operaciones financieras, al aplastamiento de los salarios, a la suspensión de derechos sociales, al desmantelamiento extremo de las instituciones públicas. El capitalismo en México, hecho en casa en conjunto con socios extranjeros, continúa luchando por más producción y más producción, desarrollo y más desarrollo, incluso poniendo en riesgo la vida del mismo pueblo mexicano (Praxis 14/07/20).

Y qué decir de la postpandemia y el capitalismo que viene. La versatilidad del capitalismo no tiene límites, salvo la extinción de la especie y el colapso del planeta. El capitalismo postpandemia acelera el cambio del mundo cotidiano. Las firmas digitales, las videoconferencias, el control biométrico, los diagnósticos por ordenador. La lenta sustitución del dinero en efectivo, por el pago con tarjeta será fuente de mayor control social y poder de los bancos, supondrá una mayor exclusión social. Nos enfrentamos a una reinversión de las formas de dominación. El modo del panóptico carcelario digitalizado, que suspende las relaciones humanas, parece ser el objetivo estratégico del capital para no perder control en la actual transición sistémica.

La marca de nacimiento del Covid-19 es capitalista. El Covid-19 evidencia la crisis del capitalismo, muestra la urgencia de una nueva sociedad. ¿Qué necesitamos para construir una salida emancipadora en este mundo en crisis? Pandemias, caos climático, desempleo en su máximo  nivel. Las múltiples crisis del capitalismo parecen estar llegando a un punto cumbre, pero no conducirán en automático a una sociedad nueva. ¿Cómo fusionar las condiciones objetivas con la subjetividad en automovimiento? (Praxis 14/07/20). Es hora de sacudirnos este sistema capitalista de explotación, despojo, represión y discriminación. Es necesaria la radicalización de los movimientos sociales en favor de un mundo nuevo.

El capitalismo Buscará utilizar la pandemia en favor de sus intereses de clase. A los pueblos corresponde resistir unidos y organizarse por la vida y el futuro de las generaciones venideras. El levantamiento de los pueblos es lo que puede frenar el caos acelerado que buscan los malos gobiernos que gestionan La pandemia. También nos corresponde organizarnos, trabajar en colectivo, en asamblea. Lo hacen a diario los pueblos originarios, zapatistas, mapuches, Aymaras, nasa/misak, entre otros. Esto hace comprensibles y urgentes los llamados constantes de las y los zapatistas a organizarse ante una tormenta que no es ni metafórica ni simbólica o de profecías milenaristas, sino a la posibilidad real y fundada científicamente de una catástrofe a escala mundial en un futuro cada vez más cercano.

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