Praxis en América Latina

Somos una organización humanista marxista conformada por un grupo de activistas-pensador@s que viven principalmente en México, pero que están abiert@s a la colaboración con compañer@s de toda América Latina

La vida de una trabajadora: “Tienes que lavar los baños en diez minutos”

Esperanza

Al principio, cuando empecé a trabajar en el área de limpieza, la jefa me mandaba a hacer cosas fáciles, como mopear (“barrer” con el mop) los pisos de las áreas de venta menos complicadas, y luego mechudearlas (desmanchar con el mechudo). Ella desde lejos me supervisaba y varias veces me llamó la atención porque yo no sabía manejar correctamente el mop (nunca lo había usado) y el mechudo, y entonces ella me enseñó a hacerlo correctamente.

   La jefa me dejó los primeros dos meses en el turno de la mañana haciendo limpieza en planta baja. Yo debía trabajar en conjunto con otros dos compañeros. Adrián, Yesenia y Graciela se rolaban cada día para estar dos en planta baja conmigo y solamente uno en planta alta. Gracias al tiempo y la experiencia trabajando allí, ellos ya dominaban perfectamente las soluciones a las diferentes situaciones o emergencias que se suscitaban cada día.

   Entre los tres debíamos mantener todas las áreas de venta y cajas registradoras de la planta baja en perfectas condiciones, incluyendo los sanitarios, puertas, escaleras eléctricas, paredes y botes de basura del área de cajas y de estacionamientos; también las calles que forman el perímetro de la tienda comercial se debían barrer. La persona a la que le tocaba en planta alta se hacía cargo de toda la limpieza de la misma. Francisca era la persona que hacía la limpieza en el área de oficinas, de personal y en el comedor todos los días.

   Adrián era el encargado de nosotras cuatro. Él nos asignaba, a las de planta baja, las áreas de venta específicas que debíamos mantener limpias, más “el adicional”; por ejemplo, barrer la calle o lavar los botes de basura o lavar paredes, etc. Él, como encargado y como persona a la que le tocaba hacer limpieza en planta alta, debía portar un radio walky-talky para que así el gerente en turno, que se dedicaba a supervisar el trabajo de los empleados para el buen funcionamiento de la tienda, se pudiera comunicar con él, ya sea para dar aviso de que urgía se hiciera limpieza en equis lugar, o para llamarle la atención porque alguno de nosotros tenía en pésimas condiciones equis área.

—¡Adrián, de limpieza! ¡Adrián, de limpieza! ¿Quién está encargado del área de panadería? ¡Está hecha un asco! ¡Adrián, conteste!

—¡Sí, jefe, voy para allá! ¡La compañera Esperanza es la encargada de limpiar panadería, pero ya me acerco con el mop para limpiar, jefe!

—¡Lo necesito ya en este momento! ¿Qué no ve que algún cliente se puede resbalar con las boronas? ¡Lo necesito ya! ¡Quiero verlo en este momento!

—¡Sí, jefe, ya estoy llegando! 

   El gerente le dijo a Adrián en esa ocasión que él iba a ser el responsable de que algún cliente sufriera un accidente, y además que no sabía mandar a su personal porque siempre teníamos la tienda hecha un asco. Adrián, a su vez, me comunicó todo lo que el gerente le había dicho.

—Esperanza, ya me llamó la atención el gerente porque panadería está bien sucia. ¿Por qué no has ido a mopear y a mechudear? Es tu área y la debes mantener limpia. Yo también tengo que limpiar mis áreas y no puedo estar limpiando las tuyas.

—Adrián, me dijiste que tenía que lavar todos los baños de mujeres y eso es lo que he estado haciendo; además, no es tan fácil lavarlos cuando los clientes los están usando. Yo mopeé y mechudeé todas mis áreas antes de ir a lavar los baños.

—No debes entretenerte mucho aseando los baños. En diez minutos ya deben estar listos, y luego luego te vas a seguir limpiando tus áreas correspondientes.

—¿Diez minutos para sacar basura de todos los baños y después lavarlos, y además con gente usándolos?

—Sí, diez minutos. ¿Cómo le vas a hacer? No sé, pero apúrate porque todas tus áreas se están cayendo.

Yo sentía que no lo iba a lograr porque muchas veces, por tratar de dejar perfectamente limpia equis área, las otras cuatro y las cajas registradoras empezaban a ensuciarse. Cuando eran días con mucha clientela, pasaban accidentes de artículos que se rompían y se derramaban al mismo tiempo en dos diferentes áreas. Así es que, día con día, empecé a ingeniármelas para lograr mantener limpias todas las áreas al mismo tiempo, además de que tenía que estar checando y lavando los baños cuantas veces fuera necesario durante todo el día.

Comparte este artículo
Thanks!