Praxis en América Latina

Somos una organización humanista marxista conformada por un grupo de activistas-pensador@s que viven principalmente en México, pero que están abiert@s a la colaboración con compañer@s de toda América Latina

¡La minería no es sustentable!

Es fundamental descartar de una vez por todas el mito dela minería sustentable’ dado que no existe,

como lo han demostrado diversos especialistas en la materia, en México y en otros países.

Fundar y el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS)

¡La minería mata! ¡No más muertes!

15 años de la explosión en la carbonera Pasta de Conchos, la situación laboral para los mineros no cambió, pues las condiciones de inseguridad y los contratos a modo para favorecer

a empresarios del sector se mantienen intactos.

–Cristina Auerbach, de la organización Familia Pasta de Conchos

Claramente hay una necesidad urgente de prohibir la exploración y explotación de hidrocarburos y minerales en las Áreas Naturales Protegidas en México hoy.

Miramos los hechos:

* Actualmente se registran 73 proyectos mineros al interior de territorios de resguardo en

México.

* La Secretaría de Economía ha otorgado concesiones mineras en 2.39 millones de hectáreas “protegidas”, una superficie que equivale a la del Estado de México.

Las leyes que supuestamente protegen el medio ambiente están siendo violadas una y otra vez. Algunas son tan débiles que no ofrecen una protección real. Miguel Mijangos Leal, integrante de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), señalo que pretender cancelar la concesión a partir de los daños al medio ambiente no existe en la ley, es “un oropel mediático. . . . Retirar la concesión a una empresa minera canadiense si no respeta las leyes mexicanas, como planteo el presidente Andrés Manuel López Obrador, no es posible, ya que el gobierno federal no tiene facultad para ello.”

¿Qué se puede hacer para salvar nuestros ríos, bosques, aire y todos nuestros recursos naturales? La respuesta no es simplemente el Estado y más leyes. El Estado es corrupto y las leyes son a menudo manipuladas y no respaldadas. Las soluciones desde arriba no son la respuesta. Más bien, es solamente desde abajo desde donde las soluciones se pueden encontrar.

Es desde las comunidades indígenas, quienes viven en, o junto, a estas áreas naturales que las ideas y acciones para proteger el medio ambiente nacen y pueden ser llevadas a cabo. Es desde aquellos que trabajan la tierra, no con fines de lucro, sino por una vida sustentable, desde donde pueden surgir soluciones. Hoy en día, hay protectores de ríos y de bosques que ya están trabajando. Necesitan que se les unan muchos, muchos más. Necesitamos exigir al Estado que los atienda y los defienda. Para ser claros, no se trata solo de preservar tal o cual área natural, lo que esta en juego es la relación entre los seres humanos y la naturaleza. Sin duda los seres humanos forman parte de la naturaleza. Hace mucho tiempo, Karl Marx escribió sobre esto:

La universalidad del hombre aparece en la práctica justamente en la universalidad que hace de la naturaleza toda su cuerpo inorgánico, tanto por ser (l) un medio de subsistencia inmediato, romo por ser (2) la materia, el objeto y el instrumento de su actividad vital. La naturaleza es el cuerpo inorgánico del hombre; la naturaleza, en cuanto ella misma, no es cuerpo humano. Que el hombre vive de la naturaleza quiere decir que la naturaleza es su cuerpo, con el cual ha de mantenerse en proceso continuo para no morir. Que la vida física y espiritual del hombre esta ligada con la naturaleza no tiene otro sentido que el de que la naturaleza está ligada consigo misma, pues el hombre es una parte de la naturaleza. . .

La esencia humana de la naturaleza no existe más que para el hombre social, pues sólo así existe para él como vínculo con el hombre, como existencia suya para el otro y existencia del otro para él, como elemento vital de la realidad humana; sólo así existe como fundamento de su propia existencia humana. Sólo entonces se convierte para él su existencia natural en su existencia humana, la naturaleza en hombre. La sociedad es, pues, la plena unidad esencial del hombre con la naturaleza, la verdadera resurrección de la naturaleza, el naturalismo realizado del hombre y el realizado humanismo de la naturaleza.

Pero el capitalismo, la sociedad de clases capitalista, en su impulso por la produccio n y ma s produccio n, y no so lo en la produccio n industrial de las fa bricas, sino en la produccio n agrí cola en el campo y la produccio n extractivista (minera), no so lo se caracteriza por el trabajo alienado y, por lo tanto, vidas alienadas de los seres humanos, sino por la reduccio n de la naturaleza a una cosa, una mercancí a para ser explotada con fines de lucro. En lugar de que los seres humanos vivan en armoní a con la naturaleza como nuestro “cuerpo inorga nico”, el capitalismo hace que la naturaleza sea degradada, despojada.

Marx percibió una brecha metabólica entre los seres humanos y la naturaleza. Es esta brecha metabólica la que vivimos hoy con el caos clima tico, el aire y los ríos contaminados, las tierras despojadas. La minería, como se practica bajo el capitalismo, como se practica aquí en México, es una manifestación de esta brecha metabólica. Gran parte de México ha sido concesionada para exploración y explotación de minerales que se ha vuelto insostenible. Simplemente no puede continuar y debe revertirse.

No se trata solo de la tierra, de la fauna y de la flora, particularmente en áreas protegidas. Es también una cuestión de trabajo, de lo que esta pasando con los seres humanos, incluidos los trabajadores mineros, cuyo trabajo sudoroso y precario enriquece al Grupo México y a tantas empresas mineras extranjeras. Tomemos como ejemplo la carbonera Pasta de Conchos propiedad de Grupo México. Hace quince años, una explosión mato a 65 mineros. Hasta el día de hoy ni la empresa ni el Estado han recuperado los cuerpos de 63 mineros sepultados en la mina. Este desprecio por la vida humana, este irrespeto por recuperar los restos de los mineros, esta estrechamente ligado al modo de ser del capitalismo industrial: la extracción de plusvalía de los trabajadores a través del trabajo alienado. Aquí están las palabras de Cristina Auerbach, de la organización Familia Pasta de Conchos, familias que llevan una de cada y media luchando por la devolución de los cuerpos de sus seres queridos:

Si yo subo una foto de una mina de ayer, a una de hace dos años, ocho o 15, la verdad es que no hay diferencia de cuál corresponde a la 4T (López Obrador), a Peña y a Calderón; son todas iguales. Hay una inercia en la región porque hay un fuerte desprecio a la vida de los mineros. . . . Los empresarios del carbón dicen: nosotros podemos surtir más carbón para con eso generar más empleos. Sí, pero generan empleos muy precarios, en condiciones infrahumanas de trabajo, sostuvo.

En apariencia los intereses de los indígenas y de otras comunidades que se oponen a la minería y pelean por proteger la tierra, y los intereses de los trabajadores mineros que necesitan el empleo para mantenerse ellos y a sus familias, parecieran ser opuestos, con intereses opuestos. Pero esa apariencia es únicamente la realidad explotadora de la vida y el trabajo capitalista . Pero en esencia, no son opuestos, ambos están buscando vida, dignidad, una vida humana en armonía con la naturaleza. Esa es la verdadera esencia, que el capitalismo subvierte y mistifica.

¿Cómo podemos vencer esta falsa apariencia de los opuestos y unirnos en la verdadera esencia de la humanidad que busca liberarse de la falsa realidad, falsa en el sentido de su inhumanidad? Necesitamos tener un concepto o noción de lo que puede ser una vida humana diferente a la que tenemos bajo el capitalismo. Si la minería no es sustentable, si la minería mata, entonces gran parte de la minería debe ser eliminada, cerrada. Pero, ¿Qué pasara con los mineros? ¿No podrían los mineros en primera instancia encontrar trabajo limpiando las tierras que la minería ha despojado? ¿No pueden ser trabajadores en la protección de bosques y ríos y unirse a sus compañeros que ya lo están haciendo?

Esto no debería ser un sueño utópico e imposible. Puede ser una realidad si elaboramos una visión, una filosofía del desarraigo del cambio social que se necesita. Esta revolución permanente de ideas y acción puede convertirse en nuestra nueva realidad frente a la falsa e ilusoria realidad del capitalismo que nos esta conduciendo solo a más degradación, despojo y caos.

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